sábado, 8 de agosto de 2009

Cultura y Educación

Para comprender el funcionamiento de la mente humana se han generado dos enfoques, uno computacionalista y otro naturalista; dichos modelos explican la manera como la mente adquiere información y genera significados, respectivamente. Para generar o crear significados se ha de contar antes con interpretaciones sobre el mundo, a su vez, cuando una persona interpreta el mundo entran en función mecanismos emergentes de la capacidad mental del ser humano; entre estos mecanismos podrían contarse, por ejemplo, los idearios culturales, la imaginación, la creación.


En relación con estas ideas, se dice que una institución educativa es una entidad encargada de representar legalmente a la educación como una empresa. En suma, una entidad cuyo fin es adaptar la cultura a las necesidades de sus miembros[1]. Como la materia de trabajo de una institución está en la cultura, en los saberes científicos y culturales que se derivan de las investigaciones, una institución educativa ha de enfocar sus actividades de acuerdo con las ideologías o formas de pensamiento que "el grupo cultural dominante" este interesado en promover.


A lo largo del desarrollo de la educación institucionalizada se han dado variedad de enfoques resumidos hoy en postulados como, el postulado perspectivista, el postulado de los límites, el constructivista, el interaccionalista, el de la externalizaciòn, el instrumentalismo, el institucional, el de la identidad y la autoestima y, el narrativo. Según Jerome Bruner, el postulado narrativo es uno de los enfoques sobre los cuales debería direccionarse la educación actual ¿por qué? Por que al narrar, idear, imaginar o escribir historias, una persona se da la posibilidad de crear nuevas perspectivas de vida.


Si se hace una relación con las exigencias del mercado laboral actual, donde prima el sentido de pertenencia a los grupos y la autonomía, este postulado narrativo ofrece vías hacía la sensibilización y la autodeterminación. Al hablar de sensibilización no se trata de pasar a ser esclavos de los sentimientos, ni muchos menos sacrificarnos por amores imposibles, antes bien, se trata de aprender a sobrepasar los límites visuales (como los prejuicios) para adquirir nuevas formas de ver y comprender el mundo, esto considerando que “el mundo” empieza por casa y se explaya en los contextos externos a los ambientes familiares.


En estos téminos podría pensarse, además, en los inicios de las ideas románticas llegadas a Latinoamérica, en las cuales se plantea la necesidad de que las colonias desarrollen una identidad auténtica para así poder hablar en términos reales de independencia. ¿Cuánto cuesta promover identidad (carácter) cultural? ¿Cuál es el peso de los beneficios que se pueden obtener ante la apertura cultural de nuestros tiempos? Sería un desperdicio dejar estas “respuestas” a las futuras generaciones.


Por lo demás, concluyo que entre los postulados mencionados, rescato el de la externalización por su interés en la producción de obras mancomunadas, en este, la principal actividad de la cultura ha de ser la producción de obras. Lo rescatable aquí no es sólo la alusión a la palabra "obra" sino la intensión de colocar la capacidad creadora en manos de la comunidad. De tal manera, la capacidad de cambio y desarrollo dejaría de ser tan sólo un cliché de las elites intelectuales pues ¿Cómo se puede hablar de avance cultural cuando sólo una parte de la población se postula como generadora de ideas?



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Documento de soporte:

  • Cultura, mente y educación. Autor: Jerome Bruner



[1] BRUNER, Jerome. Cultura, mente y educación . En, BRUNER, Jerome. La educación, puerta de la cultura. Madrid: Visor, 2000. pp. 20. Para conocer los pie de página completos, véase en: http://www.humanas.unal.edu.co/contextoedu/docs_sesiones/09_Bruner_Cultura.pdf

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